jueves, 20 de junio de 2019

Dicen que el Matrimonio homosexual es moderno pero la Ley de Dios que lo condena es eterna

La Sociedad Ecuatoriana Tradición y Acción levanta su voz de protesta ante un:


NUEVO E INTOLERABLE ATAQUE A LA FAMILIA ECUATORIANA: “MATRIMONIO” HOMOSEXUAL, ABORTO LEGAL, LEGALIZACIÓN DE DROGAS, ADOPCIÓN DE NIÑOS POR PERSONAS DEL MISMO SEXO, VIENTRES DE ALQUILER, IDEOLOGÍA DE GÉNERO, CAMBIO DE SEXO EN NIÑOS…


El Ecuador Católico está siendo objeto de un cambio de costumbres artificial y destructivo de los principios cristianos, ya que la mayor parte de las reformas normativas, los proyectos de ley, y las decisiones de las altas cortes que han sido elaborados últimamente, si bien tratan de asuntos muy diversos, tienen un denominador común: de uno u otro modo buscan producir un pernicioso cambio en la mentalidad y en el comportamiento de los ecuatorianos. Se trata de un total cambio de paradigma, que se hace en nombre de los nuevos «dogmas» laicos de la tolerancia y de la no discriminación, y que, si no reaccionamos a tiempo, acabará demoliendo la institución de la familia en Ecuador.
Hoy, nuestro país es blanco de la “ideología de género” (tras el oropel pseudo académico de “enfoque de género”), que quiere hacer del caos mental y del trastorno psicológico, nada menos que una bandera de lucha y un modelo a ser impuesto a toda la sociedad. 

Esta “perspectiva de género” llega ahora a su auge imponiendo por medios irregulares, antiéticos e inconstitucionales el matrimonio entre personas del mismo sexo en nuestro país, de la mano de apenas 5 jueces de la Corte Constitucional (contra otros 4 votos, que adoptaron un fallo opuesto), cuya misma legitimidad en el cargo resulta absolutamente endeble, y que hasta han sido fuertemente criticados, incluso por expertos en la materia, por su parcialidad y su activismo ideológico.
El matrimonio es el vínculo permanente que une a un hombre y a una mujer, con el objetivo común de generar la prole y constituir la familia. El matrimonio y la familia son instituciones sagradas que favorecen el bien común de la sociedad, exigiendo dedicación desinteresada, devoción y sacrificio. La tentativa de unir parejas homosexuales bajo el rótulo de “matrimonio” constituye una contradicción en términos, pues las mismas no pueden, en esencia, generar prole ni constituir familia en el sentido auténtico de la palabra. Se trata de un remedo, sin el menor derecho a usar el noble título de matrimonio.
Si el matrimonio verdadero es transformado en tan sólo una especie del género matrimonio —el cual abarcaría al matrimonio tradicional, es decir, entre un hombre y una mujer; las uniones libres o convivencias informales; las uniones homosexuales y cualquier otra relación estrafalaria que pueda surgir— el matrimonio habrá perdido la razón de existir.
Campaña en defensa de la familia (Plaza San Francisco)
Sobre la cabeza del pueblo ecuatoriano pende una espada que amenaza con herir de muerte la institución de la familia —sacramentada por Nuestro Señor Jesucristo a través del matrimonio— de la mano de los repudiables intentos de legalización del matrimonio homosexual por parte de ciertos jueces de la Corte Constitucional, a los que se agregan los actuales intentos de despenalización del crimen nefando del aborto por parte de la Asamblea Nacional, y el no menos tóxico contenido del Código Orgánico de Salud, que pretende también ser aprobado por la Asamblea Nacional (que pretende introducir, entre otros aspectos, vientres de alquiler, cambio de sexo –incluso en menores– y aborto financiado por los ciudadanos ecuatorianos y legalización de marihuana).

Por eso, ecuatorianos, preguntamos: ¿Acaso no es lícito y necesario defender la institución familiar establecida por Dios? ¿Hacia dónde quieren llevar a nuestro país? ¿Hacia la Sodoma en que otras naciones están siendo convertidas?  Por eso, la sociedad Ecuatoriana Tradición y Acción, en unión a la gran mayoría de ecuatorianos, expresamos nuestro más profundo rechazo a todo tipo de acto del poder público que atente contra la familia ecuatoriana, confiando que el Sagrado Corazón de Jesús y el Sapiencial e Inmaculado Corazón María ¡TRIUNFARÁN!




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